miércoles, 7 de octubre de 2009

Soy un Hipster (Y tú también puedes serlo)

Todo el mundo debería formar parte de un grupo de rock amateur al menos una vez en su vida. Si tienes mucho tiempo libre, sabes tocar (más o menos) algún instrumento y te gusta la música, búscate un grupo de amigos con las mismas inquietudes, una sala de ensayo/bodega/sótano/garaje decente y elegid un estilo (Grunge, Lo-Fi Garage, Glam, Hard Rock, Heavy Metal,No Wave, New wave, Post Rock, Punk, Surf, Rock Psicodélico, Cristiano, Progresivo…) y un par de canciones para versionar. Ya está hecho.

Estos son los elementos mínimos necesarios para que la cosa funcione (o no):

1. El Cantante. Su ego y autoestima suelen ser más grandes que cualquier otro instrumento, pero aún así son proclives a ataques de pánico y miedo escénico antes y durante los conciertos. Si entienden algo de música propondrán continuas subidas y bajadas de tono a los temas que los demás se pasarán por el forro, si no, se limitarán a gritar en todos los tonos posiblres y en ninguno, al mismo tiempo.

2. El Guitarrista. Aunque tocan el instrumento de mayor popularidad, a menudo son el elemento más odiado dentro del grupo. Esto es así debido a las miles de interrupciones que provocan durante los ensayos. Son incapaces de parar de tocar un solo segundo, aunque ese estridente punteo no venga a cuento en este preciso momento. Lo peor de todo es que suelen ser más de uno por grupo. Hay dos razones para aguantar a un guitarrista: que sea muy bueno (tocando) o que sea muy amigo de los demás.

3. El Bajista. Llegamos al tipo siniestro e incomprendido del grupo. La continua exposición a los sonidos graves le han hecho volverse loco, extraño, de lo contrario no sabe tocar o es un guitarrista reconvertido. Estos últimos son los peores pues agrupan los defectos de ambas clases. Se pasará los ensayos tocando líneas y ritmos curiosos ante la total indiferencia del resto de integrantes. Muchas veces se preguntan por qué elegirían un instrumento que apenas te permite ligar.

4. El Batería. Los reyes del ruido. Su habilidad consiste en hacer el mayor ruido posible en el menor espacio del tiempo. Ante cualquier discusión melódica siempre responderá: “Yo ya estoy afinado”. Son los causantes de una eterna batalla entre ellos y el resto de instrumentos por ver quien suena más. Da igual la potencia de los amplificadores que le rodee, un batería
golpeará más fuerte hasta ser lo único que suena.

Si quieres formar un grupo diferente, único, original, fabuloso… puedes atreverte a innovar e incluir algún teclado, saxofón, xilófono, pandereta, oboe, triángulo, cajón, arpa, banjo, mandolina, cítara o diyiridú o mejor aún, un Dj. Allá tú.

Ya tenemos a los miembros reunidos. Ahora toca elegir nombre, hacerse un bonito myspace, ensayar muchas horas y buscarse algún bareto de barrio para el estreno sobre el escenario.


Continuará...


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